Remberto Burgos, dueño de una mente sólida, transmite el verdadero sentido de la vida, e invita a pensar que para que el conocimiento crezca fuerte y sano, se debe proteger el cerebro del niño desde la concepción. Su condena frente a la corrupción y pérdida de valores morales recuerdan el cumplimiento de responsabilidades. Y el afán por la interrelación de la ética con todas las actividades del ser humano. Relaciona algunas ideas centrales con su entorno cultural, en su caso el caribeño.