Médico neurocirujano, uno de los más prominentes de la nación, el doctor Remberto Burgos de la Espriella no recoge de la calle su interés por los temas de la política nacional. Su bisabuelo Francisco Burgos Rubio fue un General muy combativo por las causas del partido Conservador en la Guerra de los Mil Días, y uno de los empresarios pioneros más notables de la industria azucarera del país. Su abuelo Remberto Burgos Puche, con mucha visión y patriotismo, fue el fundador del departamento de Córdoba, hoy, una de las regiones más prósperas del país.
No en vano el doctor Burgos de la Espriella lleva en su alma el gusanillo de la política, que en sus amenas columnas editoriales, publicadas en diferentes medios de comunicación, revela sus inquietudes y preocupaciones por el porvenir de la patria. Son notables sus artículos donde dilucida sobre uno de los temas más preocupantes del país, como es la corrupción, y en los cuales señala de manera científica por qué el cerebro cae en la perversidad de ese atroz comportamiento.
Me atrevo a decir que el Dr. Burgos es la síntesis del hombre del Bolívar Grande por excelencia, esa gran región, antaño unificada, que abarca lo que son hoy varios departamentos de la Costa Atlántica. Por su sangre corre la genealogía de los apellidos más notables de esa región: Burgos, González–Rubio, Puche, Pareja, Vélez, De la Espriella. Remberto es el hombre Caribe por antonomasia: culto, estudioso, buen amigo, alegre, decente, y con gran sentido del humor.
A pesar de la universalidad de sus conocimientos, el Dr. Burgos no ha dejado de cargar en su noble alma al hombre rural que es, amante de su terruño cordobés y del río Sinú que corre entrañable por sus venas.